GEOPOLÍTICA SURAMERICANA





Por Rudy Catoni
Escritor - Analista en política Suramericana


 
ECUADOR: ¿FRENTE A CORREA, QUIÉN? (Octubre 2012)



Las elecciones en Ecuador se realizarán en febrero de 2013. La oposición está desarticulada y continúan surgiendo nuevos candidatos, pero ninguno con posibilidades ciertas de hacerle un “mano a mano” al posible candidato oficial, el actual presidente Rafael Correa, quien todavía no ha sido confirmado por su propio partido.


El proceso previo
Las elecciones se harán con balotaje, por lo que si en febrero ninguno de los candidatos obtiene el 40% de los votos, se irá a segunda vuelta en abril del mismo año. El espectro político opositor  muestra un abanico demasiado amplio y carente de líderes creíbles. Con los conservadores, se repite el viejo cuento de hacer política desde una plataforma económica sólida, esto es: hombres de negocios que intentan manejar el Estado como otra empresa personal. Tal es el caso del poderoso empresario Álvaro Noboa Pontón, o del banquero Guillermo Lasso Mendoza, o del empresario Juan Carlos Machuca Arroba (que reside en EE.UU.). Oswaldo Hurtado, ex Presidente del Ecuador, había recomendado, en una de sus declaraciones a la prensa, que si no se lograba un solo candidato por la oposición era probable un nuevo triunfo de Correa. Los comicios, hasta la fecha, tendrán en juego a once organizaciones políticas que fueron aprobadas por el Consejo Nacional Electoral, al haber alcanzado el 1,5% del padrón electoral. En concreto, los candidatos serán los siguientes: Rafael Correa, Guillermo Lasso, Alberto Acosta, Lucio Gutiérrez y Álvaro Noboa.
Algunos candidatos
Por los partidos tradicionales de la derecha, un candidato que juega con alguna posibilidad de llegar a la segunda vuelta es el banquero guayaquileño Guillermo Lasso Mendoza, por el partido Creando Oportunidades (CREO), con el fuerte apoyo de grupos empresariales y ciudadanos de clase media y alta. Ex número uno del Banco de Guayaquil y principal accionista, fue asesor económico y embajador itinerante del derrocado ex presidente Lucio Gutiérrez, con misiones  tales como realizar contactos con el Gobierno de EE.UU., el FMI y el BID. De esa época, la gestión que quedó marcada en la memoria colectiva, fue su viaje a Washington para coordinar la visita de Gutiérrez al presidente George W. Bush (febrero del 2003). En aquella oportunidad una de sus frases lo pintó ideológicamente: "Queremos convertirnos en el mejor amigo y aliado de los Estados Unidos en la lucha permanente por alcanzar la paz en el mundo, por fortalecer la democracia, reducir la pobreza, combatir el narcotráfico, y también por terminar con otra lacra humana como es el terrorismo”.
Otro candidato conservador es Álvaro Noboa Pontón, que intentará por quinta vez ganar las elecciones, por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN). Se lo considera el  hombre más rico de Ecuador. Ha sido denunciado y demandado innumerables veces por cuestiones de tipo tributario y laboral, que lamentablemente para su imagen, todas las denuncias han sido comprobadas. Conduce la cuarta exportadora más grande de banano del mundo ("Bonita") y, cual perversa paradoja, los trabajadores de Novoa tienen el sueldo más bajo de toda la Región.
Otro que estará en carrera nuevamente es Lucio Gutiérrez, por el Partido Sociedad Patriótica (PSP). Ex militar, fue Presidente de la República de enero de 2003 hasta abril de 2005, cuando se produjo la conocida revuelta social “Rebelión de los forajidos” en Quito, logrando posteriormente el respaldo de las FF.AA., quienes terminaron destituyendo a Gutiérrez.
Por los partidos de izquierda, debido a la cantidad de agrupaciones minoritarias existentes, se logró, en una convención, elegir un candidato único entre cuatro pretendientes. Todo culminó en la designación de Alberto Acosta, dirigente de Alianza País (AP). Economista de larga trayectoria, ha mantenido siempre un perfil intelectual de izquierda, simpatizando con el marxismo, el tercermundismo y más recientemente con el movimiento anti-globalización y anti-minero. Sus pretensiones son instaurar un gobierno de neto corte socialista. Participó, en una primera etapa, del equipo de Correa como Ministro de Energía y Minas. Actualmente es un crítico del gobierno.
Correa y la participación de los medios
En cuanto a la posible reelección del actual mandatario, Rafael Correa ha señalado que le corresponde tomar la decisión a su partido, Patria, Altiva i Soberana (PAIS). De todos modos, encuestadoras independientes, demuestran que la credibilidad de la gestión del Presidente se ubica en el 71%, y destacan, en cuanto a lo realizado durante los cinco años de Gobierno: el mejoramiento de las vías del país, la ayuda con el Bono de Desarrollo Humano y discapacitados, la mejora del sistema de salud pública y el sistema educativo, y la importante ayuda con  las viviendas para los más carenciados. Con mayor porcentaje de importancia surge la iniciativa, que tuvo Correa, en relación al impacto ambiental del Yasuní ITT, que busca mantener bajo tierra las reservas de petróleo en el parque nacional del mismo nombre.
En cuanto a la previa electoral, los cambios legales disponen que los medios de comunicación se abstengan de hacer promoción directa o indirecta "que tienda a incidir, a través de reportajes especiales o cualquier otra forma de mensaje, a favor o en contra de determinado candidato o tesis política".  Correa ve, como activismo político, a la reacción de varios canales de TV, denunciando el hecho de que estos son propiedad de grupos de negocios, relacionados con bancos que quebraron en la crisis financiera de 1999, dónde se dieron millones de dólares del Estado para rescatarlos, mientras miles de personas se quedaron sin sus ahorros de toda la vida. En este marco, las posibilidades para una reelección de Correa son más que posibles, ya que las primeras encuestas lo ubican con más del 56% de intención de voto, no existiendo, como en Venezuela, una figura única opositora que haya sido aún bendecida por el Departamento de Estado norteamericano.


CHILE: ESTUDIANTES FRENTE AL MODELO NEOLIBERAL (Setiembre 2012)


De la carta que a mediados del corriente mes de agosto, Camila Vallejo le dirigiera a los senadores chilenos, supe remarcar los siguientes párrafos de la misiva: ¿Cómo espera la Concertación plantearse como una alternativa si, además de haber administrado y profundizado por error, intención u omisión, el modelo por más de 20 años, bajo la gestión de Piñera han estado permanentemente disponibles para dar paso a las políticas que mantienen y profundizan el modelo neo-liberal? (…) Sabemos que una nueva Constitución, nacida de un proceso democrático y participativo, podrá generar un sistema político más democrático, donde la mayoría esté realmente representada como mayoría y una minoría no pueda seguir teniendo secuestrada las decisiones que a todos nos competen. (…) Chile ya tuvo un dictador que se empecinó en desprestigiar la política como estrategia para entregárselo todo al mercado. El sistema político debe relegitimarse. (…) Sabemos que ese camino es largo, pero un primer paso es impedir que el proyecto de ajuste tributario se materialice, impedir que la derecha le meta el dedo en la boca a los millones de chilenos que el 2011 se movilizaron, marcharon, tocaron las cacerolas y cuestionaron una educación y un modelo de crecimiento reproductor de desigualdad, que en cada detalle privilegia siempre a los más ricos.”

Profundizar las movilizaciones
Esta carta y la posterior reacción de los jóvenes acontece por lo que consideran una actitud provocativa del gobierno, que ha remitido al parlamento dos polémicos proyectos de ley: por una parte está la propuesta  legal que eleva los tributos de las grandes empresas, pero por otra amplía los subsidios a la educación privada con fines de lucro, todo ello sumado a la normativa que penaliza la ocupación de inmuebles. Nuevamente, como en el 2011, fueron los estudiantes secundarios quienes retomaron las medidas de protesta, manteniendo en Santiago la ocupación de los principales colegios. Las movilizaciones se mantuvieron pese a la presión por detenerlas, o por lo menos, para que se permitiera la alternativa de dictar clases a aquellos alumnos que no adhirieran a la protesta. La respuesta fue contundente: eso significaría “infantilizar el movimiento", sostuvieron los dirigentes. Dicha presión ya había sido anunciada por el alcalde de Santiago, cuando advirtió que de no suspender la toma, ordenaría a la policía a desocupar los establecimientos. Y así fue: el Liceo Miguel de Cervantes fue desalojado por los uniformados luego de que los estudiantes protagonizaran disturbios cercanos a la institución educativa.
El dirigente Daniel Mellado señaló oportunamente: "creo que muchos han confundido el fin con el medio, es decir, la toma es sólo un medio para lograr nuestro fin de mejorar la educación. Si nos bajamos de la ocupación, no significa que no estaremos movilizados". “La meta -sostuvo Mellado- es terminar con la segregación social que se produce por el sistema educacional en el país, poner fin al lucro en el sistema, concluir con la administración de los municipios y devolverlos a control del gobierno central.”
Recordemos, una vez más, que el objetivo último de la reforma que plantean los estudiantes arrancó en el período pinochetista, cuando se redujo a menos de la mitad el aporte público a la educación y se fomentó abiertamente el servicio privado. Los resultados fueron los mismos que se trasladaron a todo el ámbito socio-económico, esto es: la profundización de la desigualdad social en Chile es ya una de las más altas de toda Suramérica. El origen social o “clasismo”  (apellido portante de por medio) es uno de los más marcados de la región.
Nuevas tácticas, la postura universitaria y el paro
Lo novedoso de estas últimas protestas fue la metodología que desplegaron los adolescentes, con la táctica de no realizar una sola gran marcha, sino que la dividieron en numerosas caminatas en igual número de comunas del gran Santiago (14), que abarcan tanto a los sectores altos, medios y pobres. Estas divisiones obligaron a los efectivos antimotines también a dividir sus fuerzas, lo que les restó poder represivo. En el centro de la ciudad un grupo de estudiantes interrumpió el tránsito en la principal avenida de Santiago, y fueron dispersados con gran cantidad de gases lacrimógenos. Además de realizar estas masivas protestas callejeras, los jóvenes han emprendido otras acciones para llamar la atención sobre las exigencias de reformar el sistema, como bailes callejeros y "besatones" en que cientos de parejas se besan en público.
Mientras tanto los universitarios a través de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) mantuvieron la toma de la casa central de esa institución y anunciaron también nuevas tácticas de protesta. El presidente de la FECH, Gabriel Boric, sostuvo al respecto: "En estos momentos se está discutiendo en todas las universidades cuales son los siguientes pasos a tomar, una de las alternativas es ir escalando en la discusión y discutir otras formas de movilización.” De todas estas declaraciones, la toma de colegios y facultades y las estrategias discutidas, se decidió finalmente realizar el paro nacional estudiantil el 28 de agosto, siendo la causa principal de la medida -como dijimos- la gratuidad de la enseñanza, pero también alertar sobre la creciente criminalización y represión de la protesta. Esta violencia utilizada por los Carabineros ya es parte del debate público, pues tristemente recuerda el accionar de esa fuerza durante la dictadura militar de Augusto Pinochet. Pero el respaldo a los estudiantes va creciendo en la ciudadanía. Según anunciaron los principales diarios del país, el Colegio de Profesores presentó un recurso de amparo en favor de los jóvenes movilizados ante el grado de violencia que implican los desalojos, y por otra parte, la Asociación Nacional de Empleados del Ministerio de Educación respaldó los reclamos estudiantiles. Los movimientos sociales continúan poco a poco su adhesión. Tras los estudiantes, Chile resiste el modelo neoliberal.


PARAGUAY CERCADO (Agosto 2012)
 
Después del quiebre institucional provocado por las élites de los partidos de la derecha paraguaya, la República del Paraguay está siendo cercada por el resto de las naciones suramericanas, utilizando básicamente el simplísimo argumento de su absoluta falta de representatividad. Son intensas las gestiones del golpista Federico Franco para lograr un reconocimiento explícito de su gobierno por parte de los organismos internacionales, apoyándose para ello en EE.UU. y la OEA. Los resultados hasta hoy no le han sido muy favorables. Luego de la sanción aplicada a Paraguay por el MERCOSUR y la UNASUR otras medidas están siendo analizadas para el corto plazo, a fin de lograr que se revea el juicio sumario realizado a Fernando Lugo.
El aislamiento internacional
El 25 de julio del corriente año, declaraciones del canciller español José Manuel García Margallo, adelantaron que sería preferible que Paraguay no asista a la Cumbre Iberoamericana programada para el próximo mes de noviembre en la ciudad de Cádiz. Se sumaba así a las medidas tomadas anteriormente, como la retirada de Asunción de los embajadores de las naciones de Mercosur y Unasur; el rechazo a la demanda presentada por Franco ante el Tribunal de Revisión del Mercosur, pidiendo que se anulara la sanción dictaminada por ese bloque; la discusión, planteada por la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), de suspender a Paraguay por la destitución de Lugo, fundamentalmente por la violación de su derecho a la defensa en un proceso plagado de anormalidades jurídicas; las tibias conclusiones de la misión del Parlamento Europeo, que demostraron también la falta de apoyo por el juicio destituyente e inclusive, con la debida aclaración de que el “caso Paraguay” sería analizado en la reunión próxima en setiembre, y por último, el cese del suministro de petróleo en condiciones muy favorables por parte de Venezuela, que cubría el 30 por ciento de las necesidades del país. Hasta ahora el reconocimiento al gobierno de facto de Federico Franco corre por cuenta oficialmente  de Taiwán y del Vaticano.
En el frente interno las protestas en Asunción, por la programada ola de despidos a trabajadores de los organismos públicos, no cesa. Indudablemente que responde a la persecución ideológica de los seguidores de Lugo, pero digno es destacar el incumplimiento de los preceptos legales del preaviso y de los derechos laborales. Tampoco quedaron afuera las empresas que operan las hidroeléctricas binacionales Itaipú y Yaciretá (en su parte paraguaya), donde los despidos ya alcanzan más de un centenar.
Otra realidad al Sur
Y en cierto aspecto todo esto sucede como una consecuencia de la tendencia de algunos gobiernos de la región que, en este siglo XXI, apuntan a lograr una sociedad más equitativa con marcada participación de las mayorías populares. La tarea, indudablemente, no es fácil. Los grandes intereses de las corporaciones ligadas al Imperio del Norte hacen todo lo posible para que estos cambios no se produzcan. Este último golpe “democrático” acontecido en Paraguay así lo demuestra. No obstante, los nuevos aires emancipadores (que en nota anterior llamé la “segunda independencia”) han logrado una cabal conciencia de unidad regional. De allí la  importancia que adquiere el próximo ingreso de Venezuela al Mercado Común del Sur, frente económico de vital importancia para servir de apoyo a su otro brazo político: la Unión de Naciones Suramericanas, hecho que paradojalmente estaba frenado por el Parlamento paraguayo.
Otra de las luchas es la que están dando los movimientos sociales anti minerías, que se oponen a las explotaciones mineras a gran escala. En este punto es importante destacar que en el primer mes de administración franquista continúa la inclinación por las decisiones exprés, como la velocísima habilitación de empresas trasnacionales, puntualmente de algodón transgénico (Monsanto) y de una planta de aluminio (la canadiense Río Tinto Alcan). El gobierno de Lugo había previsto realizar un estudio de esos proyectos, para lo cual se había conformado un equipo técnico que debía elevar un informe. Franco no esperó ese informe e inició las negociaciones finales, sin importar para el caso, las consecuencias económicas y ambientales.
La suspensión de Paraguay por parte de los bloques sureños como Estado miembro, será hasta tanto no retorne el camino democrático. Para ello, de no mediar otra actitud de Franco, habrá que esperar los comicios de abril de 2013 con toma de posesión en agosto del mismo año, y esta es otra historia que depende de la reorganización de las fuerzas de izquierda, con la implementación y el armado de  nuevas estructuras de resistencia.


¿QUIÉN LE TEME A FEDERICO FRANCO? (Julio 2012)

 
De la oligarquía-empresarial paraguaya, hablando de lo político me refiero, uno está preparado para recibir cualquier acontecimiento sin necesidad de analizarlo racionalmente, e inclusive: sin intentar buscar, desde la misma praxis, algún referente histórico de la polis, que nos permita desmenuzar este híbrido y pueril “Golpe de Estado Democrático”, nombre circunstancial que se me ocurre al escuchar las últimas declaraciones del “golpista” Federico Franco. 
¿Otra Honduras?
No vale la pena quisiera explicar los aparentes motivos del juicio político, ya que esa intentona viene desde el 2009 (con otros pretextos) siendo el vicepresidente Franco el impulsor tras bambalinas (en algún momento se lo supo tildar del “Cobos paraguayo”). El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), los Colorados, el empresariado (sin ideología) y los jueces siempre cómplices con los poderes del Capital, han armado esta farsa simplemente para retomar las riendas del manejo indiscriminado del país, como lo hicieron durante 60 años (y más). Eso es, en realidad, lo que no le perdonaron a Lugo. El momento esperado llegó tras la masacre de 17 campesinos y policías el pasado 15 de junio (¿quién armó a los campesinos?). El viernes 22 del mismo mes se consuma el hecho que algún analista llamó “golpe de Estado exprés”. Y Fernando Lugo fue destituido en un “juego parlamentario” institucionalmente ridículo. 

En enero de este año, en una de mis notas (Haciendo Camino, ene/feb. 2012), sostenía que “…el grito de las mayorías populares, mezcla de indignación y esperanza que se diera aquel 20 de abril de 2008, cuando surgió como realidad el liderazgo de Fernando Lugo, puede volverse un grito de terror y derrota. (…) la democracia popular del país hermano está aún en transición. No se ha logrado la consolidación del Poder Real. Los tiempos han sido cortos y rehacer ese tejido social necesita mucho esfuerzo y verdadero patriotismo.” Quería significar por entonces que los movimientos nacionales y populares en la región Sur no han logrado ese manejo del Poder Real, no sólo en Paraguay, ya que este cuadro lo hemos visto -en preparación pictórica- en Venezuela, Bolivia, Ecuador, sino que también su “no alcance” permitió que se llevara explícitamente a la práctica y con éxito en Honduras el Golpe Militar-Empresarial a Manuel Zelaya.
He tenido la oportunidad de conocer por dentro a esta oligarquía paraguaya, una de las más enquistadas en ese Poder Real al que hago referencia, y que indudablemente cuenta -más allá de los lobbies del capital financiero- con el apoyo indiscutible y fuertemente presente de la Embajada de EE.UU. Así implementa ahora el Pentágono su nueva estrategia imperial en la América morena para recuperar el espacio perdido, mientras sangraban los pueblos de Irak, Paquistán y Afganistán. Creo que en ese sentido, el periodista Homar Garcés cita en una de sus notas, a Marx y Engels, cuando en algún momento sostuvieron que “…hoy, el poder público viene a ser, pura y simplemente, el consejo de administración que rige los intereses de la clase burguesa”.
La debilidad de Fernando Lugo
De todos modos y después de la aceptación pública de la jugarreta parlamentaria, por parte del “destituido” Presidente Fernando Lugo, hay que reconocer que, dentro de las características que tiene esto que llamamos “Poder Real”, está el proceso interno que vivencian las mayorías y por el cual logran la valorización de las medidas que toma un gobierno popular. Esta conciencia de clase que permite tomar actitudes en defensa de los logros obtenidos, los niveles de organización rápida y de movilización revolucionaria, ha dejado un inmenso vacío por parte del   pueblo paraguayo. Faltó tiempo, es cierto, pero genera debate, ya que el atraso endémico y la pobreza instalada durante décadas manipuladas por las élites burguesas corruptas, ya debería haber ingresado en el colectivo no imaginario de las mayorías sojuzgadas. En todos estos países, las Fuerzas Armadas, las Policiales, los caudillismos políticos, los latifundistas, los propietarios de los grandes medios de comunicación, etc., aún están impregnadas de personajes nefastos que provienen de las dictaduras anteriores, las “reales” y las “democráticas”, y detrás de todos estos intereses está enraizada la represión como estilo de gobierno, las vinculaciones con los señores del narcotráfico, del contrabando, etc., etc. Contra todo ello era de esperar una respuesta débil de Fernando Lugo, hombre con buenas intenciones pero sin la práctica necesaria en el manejo de esa “cosa pública” que en Paraguay se llama “Estado Señorial”. Si le sumamos la otra gran debilidad de las izquierdas que terminan viendo el árbol pero no el bosque, dividiendo fuerzas y dejando que el enemigo -justamente- se termine uniendo contra el gran enemigo, todo permite que el bufón Federico Franco cumpla con su misión golpista.
Alerta Suramericana
Lo de Honduras fue una cachetada al viejo estilo “diplomático-militar” yanqui. Hubo reacciones por parte de los integrantes de la UNASUR y el tibio silencio de Obama y de Hillary. Todo quedó como estaba. Pienso que con Paraguay sucederá lo mismo y demostrará -una vez más- el lado flaco de los frentes de unidad Suramericana. No alcanza con haberle prohibido la entrada al representante paraguayo en la reunión del Mercosur. Se necesitan medidas contundentes y de conjunto para terminar de una vez por todas con estas reacciones del Poder Mundial enquistado en nuestras oligarquías criollas. Si así no fuera podemos llegar a tener en poco tiempo otras “sorpresas” de juicios sumarios de 24 horas o el traslado a estos parajes sureños de provocadas “primaveras latinoamericanas”. Fernando Lugo, además de haber surgido de elecciones democráticas, ya como Presidente ha sido un importante aliado de los gobiernos que en este siglo XXI  han impulsado la integración suramericana. Deduzco de igual modo que este hecho del nuevo estilo golpista de la inteligencia norteamericana, debería obligar al resto de los mandatarios de la UNASUR y de la CELAC ha profundizar las medidas unionistas y repensar la estrategia de cada frente interno. ¿O alguien le teme a Federico Franco?


EL "MOMENTO HISTÓRICO" DE VENEZUELA (Junio 2012)
 
En octubre próximo se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela para el período 2013/2019. Las principales coaliciones que disputarán la elección serán el Gran Polo Patriótico (GPP), que respalda la reelección del actual Presidente Hugo Chávez (con agrupaciones provenientes de la izquierda e independientes), y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) que estará representada por Henrique Capriles Radonski, candidato de la oposición (con los sectores provenientes de la derecha conservadora y de sectores que en su momento apoyaron a Chávez y hoy disienten con el Gobierno).
Chávez: “Evitar triunfalismos”.   
El promedio de las principales encuestadoras en Venezuela le dan un porcentaje ganador a Chávez con un 57% y un 35% a Capriles Radonski. Sin embargo, el mandatario sostuvo en recientes declaraciones: "No subestimemos al adversario (…), hay que trabajar, trabajar mucho como los estamos haciendo, y cada día más", (…), nada de triunfalismos (…)”.  Para el punto en cuestión, Chávez ha tenido en cuenta, entre otras cosas, el importante apoyo del ex presidente colombiano Álvaro Uribe (respaldado por las fuerzas paramilitares) al candidato Capriles. Se sabe, de antemano, qué intereses -igualmente foráneos- están detrás de Uribe (¿EE.UU.?) También me he referido, en notas anteriores, sobre los antecedentes políticos de Capriles Radonski, con sus prácticas fascistoides. En procesos revolucionarios en marcha, quiero decir no concluidos, como es el caso de la Revolución Bolivariana, históricamente las fuerzas políticas del Capitalismo apelan a la desestabilización. No sería éste ni el primero ni el último caso en los países de la Región Sur, pues como antecedentes tenemos un abanico para elegir. El tema de fondo es que siempre lo hace jugando con la fachada “democrática”, y bajo cuerda (al viejo estilo “putsch” nazi de 1923 en Múnich), arma grupos insurgentes -financiado por el Imperio del Norte- y estrategias mediáticas siempre dispuestas a ello, de la misma forma en que lo hizo con el intento fallido de golpe de Estado a Chávez en 2002.
¿Nicolás Maduro por Chávez?
Ante un potencial retiro de la reelección de Hugo Chávez por su enfermedad, ya han comenzado los clásicos interrogantes de quién pudiera ser el posible sucesor. Los líderes políticos de gran carisma popular y fuerte personalidad, como lo es Chávez, o como lo fue Hipólito Yrigoyen o Juan Domingo Perón en nuestro país, es muy difícil -históricamente demostrado- que dejen sucesores naturalmente impuestos en la sociedad. Sin embargo, aunque desapercibido y sin dejar de ser “naturalmente”, el canciller Nicolás Maduro apunta, según los analistas políticos venezolanos, a ser el posible “sucesor” en octubre del actual Presidente, por el PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela). Más claramente: es algo que se “percibe” en las movilizaciones populares (en aquello de “vox populi, vox Dei”).
Maduro es un cuadro político muy bien formado desde sus orígenes, algo que la oposición utiliza (¿oportunamente para los suyos?) como “inferior” por su pasado como “chofer de autobús”. Sin embargo, en los parámetros normales que utiliza la política -conceptual y praxis de por medio- Nicolás Maduro tuvo una espontánea medición de su popularidad durante la movilización que realizó el chavismo el 1º de mayo para conmemorar el Día del Trabajador, con llamativos aplausos y vítores que no podían pasar desapercibidos.
Es de considerar oportunamente, la cercanía que tiene Maduro con Fidel y Raúl Castro, relación surgida en su juventud como visitante y simpatizante de la Revolución Cubana (al igual que Chávez). De todos modos, y considerando que este análisis pueda ser apresurado, cualquiera sea el resultado del proceso eleccionario de octubre por parte del PSUV, el designado “sucesor” tendrá que resolver una cuestión ya latente, como son las importantes divisiones internas del “chavismo”, esto es: un movimiento político de masas que enfrenta, como también lo demuestra la historia, a líneas divergentes en lo metodológico -en este caso- y no tanto en lo específicamente ideológico.
El por qué de “momento histórico”.
No hay decididamente “momentos históricos” de manera categórica. Sí hay, en determinados acontecimientos de la vida social de una comunidad, o de un país, que marcan inexorablemente por cierto período, un antes y un después. Éste sería el caso de Venezuela en las próximas elecciones presidenciales. Si buscamos en la historia ciertos paralelos, diríamos que la Revolución Justicialista, abruptamente fracturada en el ’55, marcaría con respecto a Venezuela, un símil de una “Revolución inconclusa”, que no dejaría margen alguno para posteriores cavilaciones de si los cambios fueron o no positivos para el pueblo (y digo “pueblo” como sinónimo de “las grandes mayorías de la población”). Lamentablemente, en la vereda del frente, lo que hay, no cambiaría la historia de un país sojuzgado durante décadas por el Imperio del Norte. En tal sentido compartiría las palabras de James Petras (sociólogo estadounidense conocido por sus estudios sobre el imperialismo, la lucha de clases y los conflictos latinoamericanos) en un reciente reportaje radial, lo cual, para un periodista informado como él, concuerda con mi posición analítica. Dice Petras al respecto: “Obviamente, la oposición venezolana está muy compleja. Hay un ala electoralista y un ala terrorista, y hay muchos entre las dos tendencias. (…) Creo que el principal peligro es la importación de terroristas colombianos que le sobran, porque Colombia nunca hizo una limpieza ni investigó los grupos paramilitares, ni los lazos entre políticos colombianos y ese sector. Por tanto, creo que es la reserva para fomentar el terrorismo en Venezuela. Tengo noticias de que la última base norteamericana está ubicada a menos de 20 Km. de la frontera con Venezuela en el noreste del país. ¿Por qué los Estados Unidos construyen una base militar tan cerca de la frontera con Zulia?”


CHILE CON PIÑERA... NADA PARA SORPRENDERSE
(Mayo 2012)
Que el presidente de Chile sea un payasesco representante de la “retaguardia neoliberal” (fogoneado por el Imperio y la Corona Colonialista Inglesa) en el nuevo mapa de la Región Suramericana, nadie lo pone en duda, ni quienes comparten su postura ideológica ni los que no la comparten. Es la tendencia de un nuevo management político-oligárquico-empresarial ya probado ineficazmente en nuestro país y que ahora se repite cruzando Los Andes.
Después de los estudiantes.
Ya en el 2011 Sebastián Piñera se encontró con la rebelión organizada de los estudiantes, en eso de profundizar la mercantilización de la educación (nada cambió al principio de este año con la medida de expulsar cinco mil adolescentes por participar en movilizaciones). Ahora en el 2012, el Presidente se desayunó con la rebelión -también organizada- de los pobladores de la región patagónica de Aysén, a 1.700 kilómetros al sur de Santiago, una de los tantos territorios chilenos que superviven a la buena de Dios. Los reclamos que habían sido presentados al gobierno nacional nunca fueron escuchados. Y el pueblo reaccionó. Y con fuerza. Y con triunfos combativos en las calles, a través del hilo conductor del Movimiento Social Aysén. O sea: el Chile “real” que los medios no muestran, pero sí la monserga del “avanzado modelo chileno”, siendo en nuestro país avalado únicamente por Macri y los sectores de la derecha conservadora.
Es cierto que no hay nada para sorprenderse con las medidas políticas, sociales y económicas del gobierno de la Alianza por Chile, conglomerado de los sectores más conservadores de la derecha chilena (incluidos veteranos representantes del pinochetismo) junto a los señores del Gran Capital Multinacional, pero tampoco se esperaba una reacción del equipo gobernante tan desmesuradamente antipopular, incluso teniendo en cuenta las mismas palabras de “campaña” de Sebastián Piñera cuando afirmó que su plan de acción apuntaría hacia “los sectores vulnerables y necesitados” (¿?). No obstante, después de la movida estudiantil y ahora el Aysén, otras movilizaciones también ocurren en distintos lugares de Chile, como Arica, Carahue, Calama, y el mismo Santiago.
De viejo cuño dictatorial.
Tampoco estaba previsto, sin embargo, que el gobierno analizaría la aplicación de la ley de Seguridad Interior del Estado, heredado de la dictadura de Pinochet, donde las manifestaciones populares pueden ser consideradas como actos de subversión o terrorismo. Coherente con esta línea represiva sucede la instalación de una base de entrenamiento militar (financiada por el Comando Sur) en el Fuerte Aguayo, región de Valparaíso. En una nota anterior había analizado la instalación de la base yanqui en la provincia del Chaco, en nuestro país, ideado por el gobernador Capitanich, pero aquí no fue tan grosero el cartel que se presentó para justificarlo, que para el caso, fue de “ayuda humanitaria”. En Chile no se ocultó en lo más mínimo el carácter netamente militar -e intervencionista- del Imperio del Norte. Si tenemos en cuenta que el golpe militar en el país hermano, en 1973, sucedió con el absoluto apoyo de EE.UU., luego de la famosa visita de Henry Kissinger, el tema es para preocuparse doblemente. De acuerdo con declaraciones de Alicia Lira, presidenta de la Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), bajo la dictadura de Augusto Pinochet, en el lugar se entrena a militares 'bajo la lógica del enemigo interno'.
Sebastián Piñera hoy.
Según nota de infobae.com (27/03/2012) “Chile, tras años de estabilidad luego del retorno a la democracia en 1990, encaró en 2011 unas 6.000 protestas. (…) El principal reclamo, en un país que es miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es la desigual distribución de la riqueza. La mitad de los chilenos vive con un ingreso inferior a 3.000 dólares per cápita, según cifras oficiales. En contraste, los más ricos tienen ingresos similares a los de países escandinavos.” 
A los dos años de gestión el gobierno de Piñera muestra una evidente falta de conducción política ante una sociedad que exige cambios substanciales. Hoy por hoy las encuestas sostienen que la inmensa mayoría de los chilenos no confían en su Presidente. Así es como están las cosas. Si el gobierno no resuelve los conflictos que se han generado como un aluvión y continúa con la represión a los movimientos sociales, quizá en las elecciones municipales de octubre el pueblo chileno le propinará un justo castigo a la gestión.




AUNQUE DIFUSAS, LAS IDEOLOGÍAS GOZAN DE BUENA SALUD
SURAMÉRICA, INTEGRACIÓN Y SEGUNDA INDEPENDENCIA (Abril 2012)


“Del Río Bravo hasta la Patagonia decimos, la tierra del sueño posible, ésta América, Nuestra América. Llegó la hora de la segunda Independencia, necesitamos a hombres y mujeres unidos, la Patria es la América, toda la América Latina Caribeña, esa es nuestra patria verdadera, la Patria Grande”. (Hugo Chávez Frías)



Los prejuicios de la Colonia

En setiembre de 2004, en nota publicada en la revista cultural de Clarín (“Ñ”), Julio Sevares realizaba un reportaje al economista sevillano Ángel Casas Gragea, bajo el título de “Los prejuicios que encadenan”, donde entre otros conceptos el español sostenía que las dificultades que surgen en el proceso de integración de la región suramericana, se deben a una “entidad reñida con los valores del mundo productivo y el progreso”. “América Latina –continuaba Casas Gragea- se independiza mirando a Europa y cuando se mira a sí misma, lo hace bajo ese espejo. Tiene introyectada esa imagen negativa, estigmatizada”. (…) “En un momento, Alberdi dice que siempre será mejor casar a tu hija con el hijo de un zapatero inglés que con un caballero español o una princesa inca. Este imaginario funcionó mucho al final del siglo XIX”. Este “imaginario” también lo toma luego EE.UU. para alimentar el concepto de la “inferioridad” hispana frente a la “superioridad” sajona, de origen calvinista. Al respecto Casas Gragea concluye con este razonamiento: “Es importante darnos cuenta de que esta imagen fue construida históricamente. Tenemos que dejar de pensar que estamos condenados a ser subdesarrollados y generar estrategias latinoamericanas. La imagen dominante es una imagen relativa, promovida por intereses y su objetivo es mantenernos alejados de un pensamiento propio”.  
Los ejes de la “segunda independencia”
Más allá de aquellos prejuicios condicionantes, los países del Sur cuyo destino estuvo determinado y ligado siempre a una potencia exterior (España y Portugal primero, luego fueron Gran Bretaña y Francia, y desde fines del siglo XIX y todo el XX, por Estados Unidos de Norteamérica) se debaten hoy entre dos posibles frentes de acción: uno es la profundización y consolidación de los cambios políticos, económicos y sociales realizados por los gobiernos que se sitúan en el amplio campo nacional y popular en la primera década del siglo XXI (con variantes socialistas, nacionalistas antiimperialistas, o reformistas); el otro es el retorno a las posturas conservadoras con las clásicas posturas neoliberales ya conocidas y sufridas por nuestros pueblos, siempre con la anuencia de las élites criollas como ha sido la constante de nuestra historia de dominación, no sólo política y económica sino esencialmente cultural.
Europa se estanca de manera acelerada en el lodo de una economía devastada. El gran país del Norte, sin auténticos liderazgos políticos, se columpia entre un debilitado Parlamento que se resiste a dejar sus antiguas influencias intermedias y en el cada vez más eficaz poder real de los lobbies del dinero y el imparable crecimiento de la industria bélica.

Cumbre de UNASUR
(Foto de archivo)

La tendencia de los gobiernos populares de la región ha sido -en parte- recuperar los recursos públicos a fin de sostener una autonomía del accionar político y social. De tal manera que el Estado adquiere nuevamente un rol protagónico de equilibrio ante el accionar desmedido de los mercados. Estamos utilizando en el vocabulario de los distintos foros de debate y acuerdos (MERCOSUR, ALBA, CELAC) términos que habían quedado en el olvido durante el apogeo del neoliberalismo de los ’90, como re-distribución de la riqueza, los derechos de los pueblos indígenas, referéndums para lograr nuevas constituciones, la lucha contra la pobreza, el analfabetismo, mejorar y ampliar el sistema educativo, la salud, el problema de la vivienda,  etc.
Esta autodeterminación de los países ha permitido, paralelamente, la unidad en los grandes objetivos, que está más allá de los sempiternos intereses de los partidos políticos burgueses, es decir, se responde desde otro lugar a las necesidades de las mayorías populares y no desde el concepto de “democracia” en la forma que lo “exporta” EE.UU.
Ahora, la integración
Ya en marzo de 2011, en la primera reunión de UNASUR, Rafael Correa se había referido al "multilateralismo soberano", pues la región no se sometería a presiones externas y definiría su futuro sin directrices internacionales. "Unidos venceremos al Capital", y "nunca más el absurdo de competir entre nosotros", afirmaba en su discurso. También insistió en la necesidad de propiciar la ciudadanía suramericana, una moneda regional común, así como avanzar unidos en ciencia y tecnología, pues de lo contrario "no habrá futuro ni desarrollo". En realidad Correa continuaba, con dichas expresiones, el pensamiento político surgido durante la primera mitad del siglo XX, es decir, aquel que utilizaría el término “segunda independencia” referido al “imperialismo”, principalmente el norteamericano, y puntualmente al aspecto económico y cultural, que no había logrado, a fin de cuentas, la “primera independencia” de 1810.
Se trata, en los tiempos que vivimos, de cerrar aquellas causas inconclusas, como la integración continental, una mayor igualdad social, una identidad común y un pensamiento propio que no siga “importando” los actuales arrebatos ideológicos del mundo “desarrollado”.
O sea, ser de una vez por todas “nosotros mismos”.
 
 (Marzo 2012)

A comienzos de la década del ’70, del siglo anterior, cuando el Poder Político del mundo, de estructurados cimientos ideológicos, era bipolar (EE.UU. y la URSS), generaciones jóvenes en Argentina y pocos países más de Suramérica iniciaban sus primeras experiencias militantes en distintas actividades sociales y políticas, siendo continuidad -a mi entender- de unos ’60 más creativos en todo orden, si se quiere. Un sector importante de esa juventud (si no el más) en nuestro país consideró viable y coherente en ese momento político el virulento renacer de la llamada “Tercera Posición”, definición doctrinaria presente en los orígenes del Justicialismo (década del ‘40), que se alejaba tanto del marxismo “ortodoxo” como del liberalismo “capitalista”. Años después (1952) vendría a nivel mundial la conjunción de los países del “Tercer Mundo”, y desaparecida la URSS (1989), la mayoría de esos mismos países fueron llamados “en vías de desarrollo”, previo pasaje más despectivo por lo de “sub-desarrollados”.
Sesenta y tantos años después, en la realidad política mundial con escenario Global, las ideologías repensadas en sí mismas, y hasta en el vocabulario usual (“derechas e izquierdas”, por ejemplo), han perdido totalmente aquella significación setentista. Es así que las naciones de la región Sur de América, donde en los tiempos que corren Argentina ahora sí se siente parte de esa “latinidad identitaria” -o por lo menos una parte mayoritaria de su población-, han generado nuevos regímenes políticos que incluyen un amplio abanico ideológico, donde se encuentran fundamentos del Justicialismo (en el aspecto unionista regional, que ha sido reciclado), del socialismo –no ya internacional, salvo algunos demorados- y de posturas también cercanas a la socialdemocracia y al cada vez más indefinido “progresismo”.

La Historia “no terminó” y regresan los dinosaurios

Francis Fukuyama y su teoría del “fin de la Historia”, luego del derrumbe del modelo comunista soviético, resultó ser estrangulada por la misma Historia, producto de un gran error de interpretación del politólogo japonés-estadounidense. La Historia continuó imparable (con Fukuyama incluido) en las adaptaciones ideológicas frente a la realpolitk. El Uni-Imperio no sólo no logró la alineación del orbe tras su Capitalismo Universal, sino que produjo como paradoja a su creencia teleológica, un sinfín de reacciones opuestas y de ideas políticas más creativas y humanísticas, siendo indudablemente un proceso complejo con nuevos paradigmas que aún necesitan examinar sus fundamentos teóricos. Precisamente en cuanto a la disputa de poderes hegemónicos, Estados Unidos se ha tornado más agresivo en lo militar porque intenta frenar, de algún modo, las  llamadas “Potencias Emergentes”, como lo son China, India, Rusia y Brasil, que nos llevarán indefectiblemente hacia un “nuevo” mundo multi-polar durante el presente siglo, con posturas ideológicas muy difícil aún de rotular con un simplismo apresurado.
Sin embargo y más allá de este brevísimo repaso situacional, existen aún rémoras del pasado en cuanto a ideas o posiciones políticas se refiere. Una de ellas es la aparición, en nuestra región sureña, de algunos personajes de aquella “derecha conservadora”, ahora aggiornada y presentada en sociedad como “neo-conservadora” (o neocons en EE.UU., desde Bush Jr. en adelante) y  que algunos analistas creían desaparecida. En los países hermanos de Paraguay y Venezuela, tenemos dos claros ejemplos de lo que sostengo. Dos conspicuos dinosaurios recuperados como lo son Horacio Cartes, precandidato a Presidente por el partido Colorado en 2013, y Henrique Capriles Radonsky, candidato a Presidente por la Mesa de la Unidad Democrática –MUD- para lidiar con Hugo Chávez en setiembre de este año. De esta manera me veo obligado a utilizar nuevamente del cajón de los recuerdos los términos de oligarquías nativas, prácticas coloniales, neoliberalismo e imperialismo, ya que los intereses a los que responden estos personajes están representados en cada uno de ellos. Tampoco aquí la Historia satisfizo la pretensión del japonés Francis.

Los pueblos ya no se detienen

Demasiado ha cambiado la realidad social y política con los gobiernos populares del presente siglo en Suramérica para que se retroceda tan fácilmente. Todos los nuevos frentes políticos que se han generado en la Región a finales del siglo XX y principios del XXI no responden ya, como dije, a los lineamientos clásicos de las teorías que se discutían en los ’70. No obstante sería muy limitado intentar definirlas como “la llegada al poder de las “’izquierdas’”. Tampoco las nuevas “derechas” representan aquellas posturas mansamente conservadoras. La no tan reciente -pese a su actual vigencia- agresividad, segregación racial y clasista, con eje determinante de lo económico por sobre lo político y lo social del neo-conservadurismo marca ya una diferencia substancial. En cuanto a la “Tercera Posición” de los ’40, amerita un análisis filosófico-político mucho más profundo como para intentarlo en esta nota.
De todas maneras y teniendo en cuenta los “acontecimientos” sociales que se están produciendo en el mundo en estos últimos meses, que se contraponen al “modelo Neo-liberal”, vale citar la siguiente reflexión del periodista cubano Manuel Yepe (nota en Argenpress del 13/02/12):“El reto sigue siendo enorme para los pueblos ya que, aún si se lograra consolidar la garantía de procesos electorales limpios que expresen la voluntad mayoritaria, por lo general, la televisión, la radiodifusión, los periódicos, las revistas y los principales medios culturales y de comunicación, siguen en manos de las oligarquías que pretenden el regreso al pasado. También lo están la banca, las finanzas y la economía en general, así como casi todos los demás recursos del poder.
Pero el ideario neoliberal ha perdido todo atractivo para los pueblos y las masas parecen cada vez más dispuestas a enarbolar por cualquier vía las banderas de la revolución, la independencia y la igualdad dentro de la diversidad, para redimirse definitivamente.”


PARAGUAY: AZULES Y COLORADOS, EL RETROCESO 
(Enero-Febrero 2012) 



En agosto de 2008 Fernando Lugo asumió la presidencia de la República del Paraguay. Desde ese momento y hasta hoy el país hermano ya no sería el mismo. Si bien no se vivió ninguna “revolución”, en el sentido estricto del término, las mayorías populares que apoyaron la candidatura del ex obispo asumieron un rol social participativo como no había sucedido en décadas. Lo sostuve (en análisis anteriores) al referirme a los distintos procesos de liberación que se estaban dando en la región, donde las adversidades y los palos en la rueda impedían una gobernabilidad estable. Pensaba por entonces que eso no era casual, sino producto de los cortos períodos, en la historia de los países del sur, de gobiernos populares. En algunos, precisamente los más dependientes de la dominación estadounidense, ni siquiera hubo tiempo de preparar cuadros políticos con capacidad suficiente a fin de resolver, no sólo la acción específica de gobierno, sino además los embates de la oligarquía terrateniente y los grandes poderes económicos internacionales, poderes por otra parte, que dominaron para sus propios intereses -raciales y de clase- el escenario político durante fines del siglo XIX y la mayor parte del XX.
Así ocurren los “acontecimientos” al decir del filósofo francés contemporáneo Alain Badiou. Aquí lo interpreto en el sentido político de “ruptura”, donde el sujeto adquiere un rol activo e innovador, que dentro de la lógica hegemónica no debería darse, pues se produce de manera impredecible, es decir, “acontece” simplemente. Y es justamente dentro de los acontecimientos donde correlativamente surgen personajes sociales que toman el bastón de mando y sin ser líderes natos ensayan una posibilidad liberadora para sus pueblos: tal el caso del ex obispo Fernando Lugo Méndez, quien desde su triunfo electoral derriba más de medio siglo de dictadura “colorada”, revestida de formas distintas, digo: en un sentido dictatorial personalista (Stroessner) y en un sentido híbrido de dictadura “democratizada” (Wasmosy/Duarte Frutos), sistema que permitió la creación de un Estado Autoritario y Oligárquico donde existió un abierto saqueo, corrupción e impunidad absoluta. El régimen colorado permitió así la existencia del gran monopolio de la propiedad latifundista mediante esa estrecha vinculación entre el poder económico y el militar, siempre bajo anuencia de la Embajada de EE.UU. (“casualmente” construida al lado de la Residencia Presidencial).
Por otra parte la acción del opositor PLRA (Partido Liberal Radical Auténtico), los “azules”, no ha sido una fuerza política que generara una seria posibilidad de acceder al gobierno. Durante la dictadura stronista por su debilucha función opositora y, ya en el período democrático, por su incapacidad de generar liderazgos representativos y capacitados para el manejo del Estado. En la actualidad y sumado al Frente Político de Lugo, poco favor le hacen al partido “azul” las actitudes del vicepresidente Federico Franco, anotándose en todo espacio que le permita la crítica irresponsable hacia el Presidente (un “Cleto” paraguayo más agresivo y cavernario). No hay que olvidar al respecto que fue Franco uno de los mentores del “juicio político” a Fernando Lugo, irresponsabilidad que le sirvió –y aún le sirve- de manera magnífica a los sectores más peligrosos del régimen anterior.
El 2012 será para Paraguay un año de características electorales, donde habrá que evaluar las medidas de cambio que ha generado el actual gobierno, como la recuperación de los derechos nacionales legítimos sobre la central hidroeléctrica de Itaipú, la gratuidad de los servicios de salud, los cambios favorables en la enseñanza (si bien es mucho lo que queda por hacer aún), el apoyo del Estado mediante contribuciones a las familias más carenciadas, y los beneficios que se han otorgado a un importante sector de ciudadanos. Este proceso de revertir años de injusticia social y desequilibrio económico con grandes masas de excluidos, es en cierta forma irreversible, quiero decir que va más allá del mismo Lugo. Si llegasen al gobierno tanto azules como colorados el retroceso sería inevitable, pero la conciencia y el compromiso social que ha tomado el pueblo paraguayo haría viable -ahora sí- una oposición madura y arraigada en sus convicciones de participación política.
De todos modos, el panorama “opositor” de la derecha paraguaya, desde inicio del año es bastante preocupante desde dos escenarios: el primero tiene que ver con el potencial candidato presidenciable por el partido colorado, el empresario Horacio Cartes, líder del Movimiento Honor Colorado, ya acusado prontamente de evasor de divisas, narcotráfico (en el año 2000 la Secretaría Nacional Antidrogas halló en su estancia Nueva Esperanza, jurisdicción de Capitán Bado, Amambay, una aeronave con matricula brasileña, que aterrizó de emergencia y que contenía 20.100 kilos de cocaína cristalizada y 343.850 kilos de marihuana prensada), y otras asociaciones ilícitas con capos mafiosos de la frontera (Beira Mar y Fadh Jamil).
El segundo escenario tiene que ver con la actitud de un reducido grupo de legisladores paraguayos de la derecha, que están frenando la entrada de Venezuela como socio pleno del Mercosur, con el argumento pueril de que ese país no tiene un gobierno “democrático”, sin considerar, en lo más mínimo, el enorme peso económico y político que tiene Venezuela en la zona, y de la total coincidencia a favor de su ingreso, de los presidentes de Argentina, Brasil y del mismo Paraguay.
Con estos datos el grito de las mayorías populares, mezcla de indignación y esperanza que se diera aquel 20 de abril de 2008, cuando surgió como realidad el liderazgo de Fernando Lugo, puede volverse un grito de terror y derrota. Como sostuve al principio, la democracia popular del país hermano está aún en transición. No se ha logrado la consolidación del Poder real. Los tiempos han sido cortos y rehacer ese tejido social necesita mucho esfuerzo y verdadero patriotismo.


HONDURAS: “NOS TIENEN MIEDO PORQUE NO TENEMOS MIEDO” (Diciembre 2011)

Cuadro de situación
 

Después del asesinato “político” de Mahadeo Roopchano Sadloo Sadloo, dirigente y símbolo popular, más conocido como “Emo”, en setiembre de éste año, que fuera ultimado de seis balazos cuando un esbirro llegó al lugar donde trabajaba y le disparó por la espalda, el híbrido gobierno de Porfirio Lobo creyó disminuir con ese crimen las consolidadas fuerzas de la Resistencia Hondureña. El resultado concreto, a pesar del acto criminal del gobierno, se mostró el domingo 25 del mismo mes cuando en el Congreso extraordinario del Frente Nacional de Resistencia Popular, se conformó su brazo político bajo la denominación de “Resistencia Popular”. Me recordó al pasar, aquel grito de los estudiantes los primeros días de agosto de 2010 en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, bajo la consigna popular de ¡“Nos tienen miedo porque no tenemos miedo”! (letra de la canción de Liliana Felipe). Luego vendría aquella masiva concurrencia movilizada de amas de casa, estudiantes, obreros e intelectuales al cumplirse los 190 años de la independencia. Independencia dudosa de credibilidad, cuando existen en ese país (peleando la punta para ser uno de los más pobres de la Suramérica, valga la ironía) bases militares yanquis, grupos de “tareas” colombianas y concentración de grandes empresas multinacionales. La pobreza a la que me refiero, alcanza a más del 60 por ciento de la población, y por datos aportados por Unicef, el 80 por ciento de los niños incorporados a actividades económicas provienen de hogares humildes. De allí aquellas palabras de Manuel Zelaya Rosales (el último presidente de América Latina derrocado por un golpe militar, en junio de 2009) los primeros días de octubre de éste año cuando afirmaba que “…Honduras no es libre, no es independiente, es un país ocupado militar y económicamente”.
Nuevo partido
Luego de muchas danzas de nombres en períodos muy cortos en el tiempo, la resistencia (o el pueblo que resiste) ha organizado en el mes de noviembre, su propio partido bajo el nombre de “Libertad y Refundación” (LIBRE). En cierta medida se inicia una nueva etapa, pues ahora se trata de la lucha por la toma del gobierno por vía democrática, intentando romper el viejo y anquilosado bipartidismo hondureño: el partido Nacional (PNH), conformado por los sectores de la derecha conservadora, y el partido Liberal (PLH), que aglutina a los sectores de la centro derecha, inclinado más hacia una social democracia.
Justamente el sentido del término “refundación” de esta nueva organización política apunta a que, después de una potencial victoria en las urnas en noviembre del 2013, el nuevo gobierno popular convocaría a una Asamblea Constituyente para elegir diputados que serán los que elaborarán una nueva Carta Magna, que será objeto de un plebiscito. En las puertas del Tribunal Supremo Electoral, “Mel” Zelaya expresó: “Bajo el lema ‘la revolución es inevitable en Honduras’, presentamos hoy los requisitos de la ley para la inscripción de una nueva fuerza política. Es mi deber informar a esta sociedad y a los representantes del Estado aquí presentes, que el pueblo hondureño inició, desde sus bases, un movimiento mucho más fuerte que no va a parar hasta conseguir la libertad y la refundación de este país. Estamos iniciando una nueva era, de apertura democrática, de un socialismo democrático”.
Sí, debería aclarar en esta nota, que si bien hubo un consenso general para llegar a esta situación, hay que tener en cuenta la diversidad ideológica que compone la resistencia hondureña. El nuevo Partido Libre tiene cinco corrientes, que van desde comunistas, socialistas, liberales y también quiénes no tienen ninguna posición política determinada, sólo la intención de regresar a un sistema justo y soberano de elección de sus representantes. Sin buscar similitudes  lo asociamos a la de Fernando Lugo en Paraguay cuando ganó las elecciones con su Alianza Patriótica para el Cambio, integrado por diez partidos que en lo ideológico van también desde el comunismo hasta el liberalismo. Quiero, con este punto, marcar simplemente que en toda alianza partidista siempre se corren riesgos al coordinar las medidas de la praxis concreta en el manejo del Estado, si bien la ventaja que tiene “LIBRE” son sus más de dos años de resistencia, primero al golpe militar y luego al Presidente Porfirio Lobo, orquestado en su puesto por las oligarquías nativas, los militares golpistas y el apoyo indiscutible de la Secretaría de Estado norteamericana.
Las mujeres de la Resistencia
Pero hay en este marco de renovación política que se está dando en Honduras, un detalle para subrayar especialmente, y es el de la incorporación en todo este proceso de las mujeres como fuerte actor social. Dos aspectos para reflexionar: el primero, se está analizando la posibilidad que la candidata para la presidencia por el Partido Libre sea Xiomara Castro, esposa de Mel Zelaya, quien no puede presentarse para la reelección. El segundo, es la movilización y la organización mostrada por las mujeres de la Resistencia (el MFNRP) en la tarea gigantesca de juntar las firmas para inscribir el Partido. Las mujeres demostraron saber cuál es el motivo de su lucha, el por qué de su interés por mantenerse en movilización contra el régimen opresor que tanto dolor está causando en esa tierra.
En un reportaje a Sara Elisa Rosales, dirigente de la Mujeres por la Resistencia y miembro de la Comisión Política del Frente, sostenía con fuerza esas convicciones: “(Las mujeres) están muy contentas, están decididas por un triunfo. Porque las mujeres hemos entendido que nos vamos a liberar junto a nuestros compañeros, a través de la toma del poder político con el Frente Nacional de Resistencia Popular y el Partido Libertad y Refundación. La campesina, la obrera, la maestra y la pobladora, la compañera que está en la aldea y el caserío del país, han dicho sí al (Partido) LIBRE. Y han dicho ¡“Somos LIBRE”! y ¡“Juntas cambiamos la historia”!



PERÚ: LAS DERECHAS ESPERAN EL ZARPAZO (Noviembre 2011)
Complicada la situación para las tradicionales oligarquías regionales de Nuestra América. Difícil digo porque se van multiplicando los gobiernos populares y así los intereses sectarios, anclados en sus dominios desde la Colonia, van disminuyendo en cuanto al manejo del poder. El individualismo elitista generado por el neoliberalismo capitalista retrocede para dar lugar a nuevas posturas mayoritarias que apuntan, en definitiva, a un mejor equilibrio e igualdad social, a correcciones substanciales en las economías nacionales, y todo sumado a un nuevo marco político de independencia y soberanía con relación al intento de dominación cultural, política y económica  –durante décadas- por parte del imperialismo estadounidense.
Así las cosas, ahora Perú con Ollanta Humala. De manera similar que nuestra Argentina, la oposición de la derecha peruana –en todas sus variantes- se quedó sin discurso y solamente manteniendo una postura endeble del “no lo sé bien, pero me opongo”, le queda jugar únicamente con los equívocos que pudiese cometer el actual gobierno. Y como le es esencial a las posturas conservadoras, cualquier “cambio” que se oponga al pensamiento único les parece terrorismo insurgente (Obama dixit).
Y ya que hacemos referencia al gobierno imperial del Norte, ha visitado el Perú recientemente William (Bill) Burns, un alto funcionario del gobierno de los EE.UU., personaje ligado a la estrategia bélica de la administración Hillary Clinton. Lo que daría quizá para un análisis más exhaustivo, es el hecho que esta visita sucedió, pocos días después de la presencia en ese país del secretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento del Estado, Matthew M. Rooney. El objetivo de su visita –no declarado oficialmente- era marcarle al presidente Ollanta Humala cuál “debería” ser su marco de acción, o mejor dicho, hasta dónde permitirá el Imperio su política “populista” de inclusión e igualdad social, a fin de no afectar los intereses de las compañías multinacionales, más aún con la crisis global que sufren las economías del primer mundo.
Pero el tema de fondo para el pueblo peruano y en especial para el gobierno de Ollanta es desmantelar el inconmensurable daño causado por el neoliberalismo, fundamentalmente en el período fujimorista, ratificado y aumentado luego por Alan García. El abanico es tan grande que abarca problemáticas de Estado de complicada y lenta recuperación, no tanto por las soluciones en sí mismas, sino por lo que significa lidiar con los fuertes intereses en juego, que justamente devienen del poder aún arraigado de las derechas que venimos sosteniendo.
Entre los frentes de conflicto a solucionar están: la revisión del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, la promoción de los Derechos Humanos, la lucha antidroga, las privatizaciones de los servicios públicos y de los fundamentales recursos naturales, la legislación anti-laboral (favorable al ingreso de grandes capitales multinacionales), la inclusión social, la legislación de la minería a cielo abierto, los conflictos socio-ambientales, las solicitudes al Estado por parte de los movimientos de los campesinos y de los pueblos originales, el despojo indiscriminado a la Amazonia, la reparación económica para las víctimas de la violencia en las décadas de 1980 y 1990, etc., etc.
En concreto: para el Presidente Ollanta Humala Tasso, que resultó electo en julio de 2011 con el 51,45% de los votos y cuya actual aceptación del pueblo peruano -según encuestas a su todavía reciente gestión- ronda el 70%, no le alcanza para enfrentar esos desafíos. Todo ello no significa, como muchos suponen, que Ollanta tenga el “Poder”. Lo mismo sostuve cuando llegó al gobierno Fernando Lugo en Paraguay, con lo cual no estoy diciendo nada original: una cosa es lograr el gobierno, a través de elecciones democráticas y otra, muy distinta, es tener el “Poder Real”, que en el caso peruano si bien está un tanto disperso, llamo “Poder Real” a los principales banqueros, a la presencia influyente de las multinacionales -ingresadas durante el gobierno de Alberto Kenya Fujimori-, a los empresarios, financistas, industriales, etc. y por supuesto, a los políticos cipayos de la derecha, que agazapados, esperan el “tiempo débil” del gobierno para dar el zarpazo, con la anuencia implícita y sempiterna de la Secretaría de Estado norteamericana. 
De todos modos, como sostuve al principio de la nota: la región se consolida en propuestas de gobiernos populares con políticas incluyentes, que indudablemente son un camino hacia el poder real. Si esto es o no suficiente para una férrea posición política opuesta al capitalismo y al conservadurismo neoliberal, no lo sé. Lo que sí es oportuno recordar son las palabras del dirigente político indigenista peruano Hugo Blanco (Argenpress.info 12/9/2011): “El sistema capitalista está en su crisis final: económica, ecológica, política, ética. Es segura su muerte. Lo que no se sabe es si morirá desplazada por la sociedad humana en su conjunto o morirá matando a toda la humanidad, incluidos los capitalistas”.


LA REBELIÓN DE LA JUVENTUD CHILENA NO ESTÁ SOLA (Octubre 2011)
Estimados lectores, les adjunto la Declaración final de los estudiantes en el último Congreso Latinoamericano y Caribeño, realizado en Montevideo, Uruguay, en agosto del corriente año. Nos parece oportuno a fin de continuar con esta temática que venimos desarrollando sobre la rebelión estudiantil chilena. Lo importante del acontecimiento es relacionar esta declaración con la actitud de concientización política y social que están tomando las nuevas generaciones en la integración de los países del Sur, en ésta primera década post-capitalista del siglo XXI.

(Extractado del Boletín del IADE (Instituto Argentino para el Desarrollo Económico) Setiembre 2011, para la Revista “Haciendo Camino”)
Declaración final del XVI Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes
Los más de cinco mil estudiantes reunidos en el XVI Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes, en Montevideo, Uruguay, apoyamos el criterio de que la crisis del sistema capitalista es insostenible. Esta crisis ha creado hambre, miseria, desolación, guerras de ocupación, muertes, desempleo y presenciamos la debacle de la aplicación del modelo neoliberal por ello con más fuerza ratificamos desde este rincón del continente, nuestra lucha en contra del imperialismo, en defensa de la vida y la dignidad del ser humano, sabiendo que la única solución frente a la crisis del sistema es el socialismo como única alternativa para la dignidad de los pueblos del mundo.
Rememorando los postulados históricos y vigentes de la Reforma de Córdoba, ratificamos nuestra voluntad y acción por la defensa de la educación pública, gratuita, cogobernada, laica, de calidad, autónoma y comprometida con los cambios sociales imprescindibles que hoy necesita la humanidad. Tal como esa juventud de Córdoba había dicho a inicios de la década del siglo, volvemos a decir con la misma fuerza y vehemencia que estamos pisando una nueva hora americana, expresada en los cambios que hoy matizan a Nuestra América necesarios para desaparecer la injerencia y encaminarnos hacia el rescate de la soberanía, la independencia y en contra de lo que hemos sido víctimas durante siglos: subdesarrollo, pobreza y analfabetismo. Es indispensable que los procesos de integración como el ALBA, MERCOSUR, UNASUR, CELAC, vayan dirigidos hacia la profundización de la unidad de nuestro continente contenido en todos los aspectos: educación, salud, cultura, reforzando una identidad latinoamericana que nos lleve a la construcción de la patria grande.
Desde la tierra de Artigas hoy 14 de Agosto el día de los mártires estudiantiles de Uruguay, salimos convencidos y firmes de que solamente la lucha es el camino de victorias hacia la liberación de nuestros pueblos y que solo ellos pueden ser protagonistas de la historia. La juventud ha de jugar un papel preponderante en la unidad con los sectores populares. Llamamos a todos los estudiantes del continente y el mundo a unirnos en la lucha en contra del imperialismo por nuestra definitiva liberación.
Nuestra América, madre de ilustres patriotas y valerosos hombres y mujeres, vio nacer hace 45 años a la OCLAE. Ese sueño se hizo realidad para resistir los embates de nuestro principal enemigo: el imperialismo. La resistencia en períodos de dictaduras militares, la perseverancia ante la escalada neoliberal, la mercantilización de la enseñanza, la represión al movimiento estudiantil, la criminalización de la protesta y las dictaduras del silencio impuestas por los medios de comunicación evidencian la importancia, necesidad y actualidad de nuestra organización.
Es nuestra voluntad continuar construyendo una plataforma a la altura de los momentos que vive el continente, con la premisa fundamental de que la integración y la unidad son las banderas en nuestra lucha.
La educación pública es un derecho humano fundamental y por lo tanto un deber incondicional del estado en financiarlo y reglamentarlo, por eso la necesidad imperiosa del incremento de presupuestos para el sector público educacional pues el avance del neoliberalismo en los años 90 nos dejó como saldo que hoy cerca de la mitad de los estudiantes en educación superior están en instituciones privadas. Además de todo lo dicho tenemos la presencia del capital transnacional en la educación en nuestro continente y tienen que ser erradicados. La organización como herramienta de lucha y conciencia del estudiantado debe permitirnos avanzar hacia la consecución de más victorias y la defensa de lo público en todos sus ámbitos.
Izamos las banderas de la solidaridad para la lucha del movimiento estudiantil chileno, condenamos su represión y apoyamos de manera incondicional su lucha por la educación pública, gratuita, democrática y de calidad que el neoliberalismo le quitó.
Como nos dejó el educador Paulo Freire: La ciencia y la tecnología, en la sociedad revolucionaria, deben estar al servicio de la liberación permanente de la humanización del hombre. Por eso seguiremos firmes, seguros de que el futuro nos pertenece y de que ha de llegar el amanecer del sol y el florecer del día de una linda primavera.
Montevideo, agosto 2011.


CHILE Y LA INTEGRACIÓN SURAMERICANA (Setiembre 2011)
A raíz del inicio de la gestión de Ollanta Humala en Perú el 28 de julio de 2011, que significa seguir sumando países al fundamental objetivo de la Unidad e Integración Suramericana, y además rescatando algunos puntos tratados en la última reunión de UNASUR el mismo día, volvimos nuestra mirada a lo que está sucediendo en Chile. La movilización en las calles de los estudiantes y la correspondiente represión, ha desatado un vendaval de replanteos en todos los sectores de la sociedad chilena. No hay que olvidar que después de la experiencia socialista de Salvador Allende, este país fue para el sistema de global-invasión (como lo llama el ensayista Arnaldo Rossi), con los sucesivos gobiernos que le sucedieron, un alumno sobresaliente en la región, esto es, cumplir obedientemente con la receta clásica neoliberal que reúne los mecanismos consabidos de privatizaciones, una reforma institucional que al igual que Argentina en los '90, el objetivo era limitar al máximo el rol del estado en la economía, en la salud y en la educación (“la educación es un bien de consumo”, dijo hace unos días el Presidente Sebastián Piñera), y otras importantes medidas quizá más abiertas a la comercialización internacional en el caso chileno, donde los negocios en lo regional están en un segundo plano.
Pero lo que aún no sabemos es si esta movilización estudiantil puede producir también un cambio en lo específicamente político, o por lo menos visualizar desde allí una salida a este modelo, modelo que se encuentra en cierto callejón sin salida, y sin salida porque no hay peso y formación política por parte de una estructura basada y conducida por empresarios, con formación empresaria,  de lo cual se entienden las palabras de Isabel Allende en reciente reportaje: “Chile es un país de desigualdad cada vez más marcada, una clase alta cada vez más alta, una clase media endeudada para mantener su estilo de vida y muy lejos una clase baja que raya en la pobreza total”.  Es cierto que se han manifestado otros replanteos, como ya dijimos, entre ellos el que sea tal vez el eje de todos como es la reforma constitucional, estructurada en los puntos claves impuestos por el pinochetismo y el conservadurismo inglés y estadounidense de los años '80.
De todos modos nos interesa pensar un poco más allá, y entonces surge el tema de la integración que vive hoy por hoy nuestra región Suramericana, donde… lamentablemente no vemos incluido a Chile en este gran proyecto de la Patria Grande. No adherimos a la ideología marxista dogmática (dentro de ese gran abanico que es la izquierda marxista) en la que ciertos sectores de la izquierda chilena están anclados (ante una derecha sempiterna que no ha dejado de avanzar y actualizarse en las nuevas formas de dominar a través del inmenso poder del dinero), por eso mismo no les permite visualizar una propuesta que se acerque más a un Chile real y no meramente nostálgico y construir una propuesta política para contrarrestar el modelo neoliberal post-capitalista, que además en los principales referentes del mundo, se encuentra en plena crisis, y por qué no terminal. El país trasandino carece de una visión ideológica esencialmente nacional y popular, punto en el cual se entienden, pese a sus diferencias, los distintos gobiernos del Sur. Creemos que esa posibilidad se perdió con Salvador Allende y luego no hubo continuidad ni siquiera cercana por parte de los gobiernos de la Concertación. No vemos, desde una perspectiva lejana, una opción seria, organizada, alineada en lo doctrinal, que pueda ser una opción de contienda por el Poder. Y esto sí no es exclusivo de Chile. Convengamos que los sectores “ultras” también se descolocan en los gobiernos populares de Rafael Correa, o de Evo Morales o del mismo Hugo Chávez, o peor aún como en El Salvador, donde estos sectores “ultras” de la izquierda pretenden que su presidente Mauricio Fuentes realice en dos años una Revolución de cuajo, donde aún los sectores de la extrema derecha mantienen todavía, junto a los grupos oligárquicos anquilosados, parte importante del manejo del poder económico y político. Memoria pues cuando las fuerzas comunistas chilenas objetaron algunas medidas políticas de Allende por suaves o reformistas, digamos, casi apurándolo en un proceso que debía tener un crecimiento estratégico pautado, a conciencia y equilibrando las diferentes influencias sociales. Y ese es el punto al que queremos llegar. No podemos no compartir con el marxismo que la lucha de clases es la tensión entre el Capital y el Trabajo, y que la diferenciación de clases es de una absoluta realidad. No compartimos que tengamos que entenderla como una “guerra” de clases, sí como una reintegración comunitaria, donde sin negar las diferencias sociales, cada una en su rol, se unifican en el interés superior que significa la Nación que los aglutina, que a modo de ejemplo, es lo que sostiene la filosofía política del mayor movimiento de masas del siglo XX, como lo fue el Justicialismo en Argentina, más allá de sus distintas actitudes históricas frente al manejo del gobierno, o de su adhesión o su rechazo en la ciudadanía, tema que ahora no nos convoca, nos remitimos simplemente al  factor doctrinario o ideológico.
Ahora bien, retomando el tema de la integración suramericana, nos preguntamos hasta qué punto la movilización estudiantil en Chile puede llegar a golpear el modelo-continuista pinochetista. Rescatamos dos elementos no obstante: el primero es que han logrado sacar de la indolencia a las masas a la calle, si bien reconociendo que fue sin un plan premeditado ni siquiera mínimamente organizado, aunque en estos dos meses de presencia en las concentraciones hay un avance interno en ese sentido. Nos recuerda la teoría del filósofo Alain Badiou, en el sentido de lo que él llama los “acontecimientos”. Bueno, esto es un típico “acontecimiento” social con una potencialidad insospechada. En segundo lugar, los estudiantes han superado con sus movilizaciones el enfadoso “estar” del ideologismo burgués: han desnudado esa propaganda banal de Sebastián Piñera y las palabras vacías de su discurso de corte netamente marketinero para el establischment dominante, que habla de ese “Chile desarrollado”, irreal, de las minorías, del individualismo, de la total ausencia de solidaridad social. Simple: no hay un Estado, hay una Empresa.
La realidad, no obstante estas aparentes incongruencias, nos dice que falta mucho para que las movilizaciones estudiantiles muestren un proyecto posible de carácter antiimperialista y anticapitalista. Por otra parte, el apoyo de los trabajadores ha sido muy acomodaticio. Sin la presencia activa de los trabajadores ninguna revolución social es posible, o por lo menos, no tiene posibilidades reales de cambiar el sistema imperante. La oposición Chilena debe mirar el entorno suramericano y superar la nostalgia comunista extrema que lo encierra en la trampa del Imperio en la que cayó con el gobierno de Salvador Allende, por “poner el carro adelante del caballo”, diría Juan Perón. La integración debe superar la altura de la Cordillera de los Andes. Si los dirigentes estudiantiles y los dirigentes obreros no lo ven así, Chile seguirá siendo la colonia anglosajona (Malvinas dixit) que lo ha separado de la América Profunda, recordando palabras sabias del filósofo Rodolfo Kusch.


CHILE Y UN 15-M EN SURAMÉRICA (Agosto 2011)
En el libro “La Comunidad Organizada”, de Juan D. Perón, obra de finales de la década del '40 del siglo anterior, hay un pasaje que mantiene una increíble actualidad y es aquel que sostiene que el acelerado desarrollo tecnológico no ha sido acompañado de la misma capacidad de asimilación intelectual del hombre ante esos avances. En este mundo del siglo XXI inicial, donde aún no podemos definir con un nombre concreto a fin de integrarlo en la llamada Historia Universal, pero que no obstante y para el análisis que nos convoca podríamos denominar “post-capitalismo”, tanto por la decadencia de los poderes internacionales del dinero en aquellos países mal llamados “desarrollados” como en el surgimiento de nuevos poderes intercontinentales del dinero también, existen o comienzan a participar sin embargo, otras miradas donde el eje pasa a ser el rescate justamente de ese hombre intelectualmente “retrasado” frente a una tecnología que debe significar un espacio de apoyo y no de fin absoluto del sentido de la existencia.
Y es allí entonces donde tomamos conciencia de que Neoliberalismo y Educación son términos antagónicos. Es desde esta visión donde podemos partir para entender, más allá de los sucesos en sí mismos, el proceso que está viviendo Chile con las revueltas estudiantiles. La base económico-política del neo-liberalismo que dominó estas últimas décadas (Concertación centroizquierdista incluida) se centró en un crecimiento desmesurado del Capital por una minoría de Corporaciones del Dinero, que generó (asociado por lógico a las corruptas plutocracias del Poder Político) la terrible y desmesurada desigualdad social que hoy prevalece en todas las sociedades contemporáneas, estén bajo el rótulo inconsistente de desarrollados o sub-desarrollados o el nuevo concepto de países “emergentes”, da lo mismo, no generó precisamente una necesidad de acompañamiento educacional, pues para el llamado “sistema” dominante no es necesario tener un hombre educado integralmente, sí en lo específicamente técnico o económico. Y así están: en el nivel más bajo, educacionalmente hablando, los países más industrializados (algunos en teoría), comenzando por el Imperio mayor, EE.UU. demostrado por las estadísticas de los principales medios concentrados en esa especialidad. Ni hablar pues del resto de países que no pertenecen al club G-8 (o sea, del resto del Mundo).
Corresponde en este punto hablar o comenzar a hablar de un “modelo pedagógico” absolutamente distinto del actual, donde se debe contemplar tanto al educando como al educador, y allí es donde entra a jugar en su verdadera dimensión la Política en su concepto más prístino, a tal punto que los estudiantes chilenos están planteando ni más ni menos una modificación de la Constitución que garantice el derecho a una educación estatal y gratuita en todos los niveles de enseñanza.
Detalle importante es recordar que la actual constitución en Chile fue aprobada por el régimen militar de Augusto Pinochet, que promueve la mercantilización de la educación.
Si bien aún es apresurado sacar conclusiones de las marchas de los estudiantes, por lo pronto nos atrevemos a anunciar el inicio de un cambio que va más allá de lo propiamente educativo y alienta pensar además, que la decisión de la Central Unitaria de Trabajadores de adherirse a la movilización y de adelantar para fines de agosto venidero la propuesta de paro nacional por dos días es apuntar a una proclama de rechazo manifiesto al modelo neoliberal vigente, y aquí también hay que recordar que este modelo, apoyado como en la mayoría de nuestros países del Sur, por las élites cercanas al poder, se ha ocupado prioritariamente de modernizar la estructura económica y técnica del país, y al igual que en la dirección de las empresas se apunta a la eficiencia y rentabilidad, se han trasladado al Estado las mismas prácticas empresariales, prácticas éstas que no responden a cuestiones específicas de un gobierno, ya que son del orden Político, como la justicia social, la igualdad, la legitimidad, pero también la educación y la cultura. Así, el Chile de hoy muestra ese desnivel que marcamos al inicio de esta nota, es decir, mientras el manejo “empresarial” del Estado Neoliberal logró avances notorios en lo económico, lo específicamente Político ha permanecido estancado y relegado lo educativo, por obvias razones de fondo que no es el momento de explicar ahora.
Estamos entonces en el punto donde las movilizaciones de los estudiantes y obreros han logrado exponer un estado de ánimo que prevalece en la mayoría de los sectores que han sufrido en forma directa las causas resultantes de la economía de mercado, esto es: un desproporcionado endeudamiento, bajos salarios, inestabilidad laboral, alzas de precios de los alimentos, pésima atención de salud, dramáticas carencias habitacionales, carestía del transporte y una educación al punto de lo inaccesible, salvo para las minorías privilegiadas, que son justamente ellas quienes muestran este “modelo chileno” exitista, alabado por las principales potencias, fundamentalmente por las corporaciones del Imperio del Norte, pero que no es el Chile “real”.
Prensa Latina anunciaba el 4 de julio del presente que “…la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) confirma la realización de un paro nacional de 48 horas el próximo mes en demanda de mejores condiciones laborales, educación pública y una nueva Constitución para Chile. El petitorio de los trabajadores incluye un nuevo Código del Trabajo, reforma al sistema tributario chileno y una nueva Constitución Política del Estado.” El presidente de la multisectorial, Arturo Martínez expresaba en esa oportunidad “que uno de los problemas mayores de Chile es la tremenda desigualdad que hay y que se pone de ejemplo en el modelo educacional, en el que impera el lucro. Tenemos que cambiar este Chile desigual e injusto”.
Como vemos, las movilizaciones de los estudiantes no sólo se han realizado para lograr tan sólo una educación pública, sino que tenemos que comenzar por un análisis político más complejo y abarcativo, tal como lo afirmó Esteban Silva, presidente de los Allendistas, "…el malestar que recorre Chile comienza crecientemente a vincular al modelo económico imperante con las desigualdades, el endeudamiento y el abuso en nuestra sociedad, por eso, es fundamental vincular las demandas de la comunidad educativa con la exigencia nacional de generar una Asamblea Constituyente para que sea el pueblo chileno el que de manera democrática, plural y representativa elabore y determine una nueva Constitución.”  


OLLANTA MOISÉS HUMALA TASO: Crece la Patria Grande (Julio 2011)
Los sectores poderosos del “establishment” peruano, cómplices locales de las recetas neoliberales del Imperio, han sido en este primerísimo round, derrotados. Estos sectores pro-imperialistas con verdadero manejo del Poder durante décadas, como en general sucedió y todavía sucede en todos los países de la región (en algunos más y en otros cada vez menos), pues no hay que olvidar que la balcanización realizada durante la conquista española, las luchas internas y los posteriores intentos colonizadores ingleses y franceses (al igual que durante el período colonizador del África donde hoy vemos claramente la estrategia por entonces de los imperios europeos dominantes, basado en la división de un solo territorio en varios países de un mismo pueblo, más allá de los tribalismos), se consiguieron en base al apoyo de los cipayismos criollos, de las potentadas minorías oligárquicas, que accedieron y mal copiaron en Europa las venerables ideologías del “siglo de las luces” (que transpolando hoy podríamos llamar “el primer mundo” de entonces). Esos sectores no difieren esencialmente de los de Argentina, Brasil, Paraguay, Venezuela, Bolivia, Chile, Ecuador y el resto de los países Suramericanos. Tampoco Perú, aunque de todo esto hayan pasado –increíblemente- doscientos años.
Pero no estamos en una situación ingenuamente triunfalista. Del mismo modo sostuvimos cuando Fernando Lugo triunfó en Paraguay, y la historia –hasta ahora- nos da la razón. Hay dos puntos bien claros que hay que tener en cuenta, tanto para los derrotistas como para los triunfalistas, y para las auténticas líneas nacionales y populares que están haciendo acto de presencia en la región, como en los sempiternos sectores de las izquierdas nostálgicas, todavía en período de infantilismo histórico. La primera y fundamental es que los sectores a los que nos referimos aún detentan el verdadero Poder, custodiado por un hoy preocupado Departamento de Estado en Washington por la pérdida de este primerísimo round, como dijimos (hay que pensar que la franja bajo su dominio lo conformaba Perú, Chile y Colombia). La segunda es, como viene sucediendo desde el año 2000 y un poco antes, los gobiernos del Sur no alineados con el Imperio del Norte no tienen aún la suficiente capacidad política y diplomática para manejar cambios tan radicales como necesarios en  sociedades con décadas de atraso, negación de derechos y dominación cultural y económica.
Por ende, el triunfo en Perú de Ollanta Humala y los cambios de fondo que propone van a tener, inevitablemente, un férreo cerco muy difícil de traspasar, no imposible, pero sí más que difícil.
En lo interno, el Frente Gana Perú (conformado mayoritariamente por el Partido Nacionalista Peruano, el Partido Socialista, el Partido Socialista Revolucionario, el Partido Comunista y otros partidos menores de izquierda) entre otras propuestas, pretende realizar una Asamblea Constituyente, modificaciones en el sector agrario, fuerte impulso al empleo, consolidar los derechos sindicales y establecer negociaciones serias con las comunidades aborígenes. También Humala pretende pasar todos los trabajadores al sistema público de pensiones (similar al caso AFJP argentino) y nacionalizar la explotación del gas. Y hay más propuestas que pueden ser aterradoras para las oligarquías locales y las burguesías acaudaladas, para quienes se podrían romper las burbujas del individualismo egoísta y anti-humanista de mercado en el que se mueven.
Si a la política interna le sumamos la posición tomada por Humala en lo externo, como el acordar poner fin al bloqueo a Cuba, plantear fuerte alternativa y presencia en UNASUR, el derecho de Argentina a Las Malvinas y la creación de un Estado Palestino, es obvio que no son nada bienvenidas para Barack Obama y su séquito de países obsecuentes. Este es el cerco férreo al que me refería más arriba. Es más que obvio, para quienes pueden leer en entrelíneas, ya que los medios peruanos lo ocultan (¿Clarín, La Nación, les parecen conocidos)? que hablan –similar también en Chile- que bajo el publicitado y ejemplar crecimiento macroeconómico del 7% anual del Perú, los beneficios terminan siendo para unos pocos, que a su vez son disparadores al exterior de las “buenas noticias”, pero nadie tiene en cuenta o de eso no se habla de los muchos que quedan excluidos de esos beneficios (los tan mentados excluidos del sistema capitalista salvaje). Crecimiento, por otra parte, que se debe casi por completo a la entrega de la propiedad de los cuantiosos recursos naturales del país a un reducido grupo de transnacionales, como afirma Lucía Alvites y Ricardo Jiménez en una nota publicada en Argenpress: “Mientras apenas si existen políticas sociales públicas, la corrupción desatada roba 30 mil millones de dólares al año, según estimaciones oficiales de la contraloría de la república, y las grandes empresas adeudan al fisco, según cifras de los organismos oficiales, 25 mil millones de dólares, que simple e impunemente no pagan. Al lado de estas realidades estructurales, interactuando con ellas, está el control ideológico, monopólico y totalitario, de los grandes medios de comunicación masivos, por un puñado de grupos propietarios, ligados a los intereses que disfrutan del modelo neoliberal mono exportador de recursos naturales. Banalizando y trivializando la vida cotidiana, empobreciendo la información, el análisis y la discusión ciudadana, instalando supuestas realidades y opiniones, satanizando a las figuras incómodas o peligrosas para el mismo, y lavando las de quienes lo representan y sostienen.”
Es patética la actitud de estos grandes sectores de poder, pues desconocen (¿inconscientes?) una parte muy importante de la Realidad Social que viven la mayoría de los países de la región. Sus preocupaciones pasan por otro andarivel, como la estabilidad de la banca, el desconcierto financiero, el destino de los depósitos en dólares, el alza de las tasas de interés, el pago de la deuda, etcétera. Pero no ven o no quieren ver o no les interesa ver la otra cara de esa Realidad como son los millones de peruanos que no pueden llevar un pan a sus hijos, ni educarlos, ni vestirlos, ni atender sus requerimientos de salud, o el abandono de los ancianos, los salarios miserables o el desempleo crónico.
Paradojalmente “sólo en América Latina el mercado del lujo creció en 2010 entre 10 y 14 por ciento, sin incluir a Brasil que alcanzó un crecimiento propio del 24 por ciento”, según datos de la consultora internacional Bain & Company.
Para lograr o por lo menos intentar una mejor distribución de la riqueza, el pueblo peruano ha jugado una apuesta fuerte con Ollanta Moisés Humala Taso. Continúa el objetivo final de la unidad Suramericana con un destino común que encuentre su propia identidad. UNASUR debe apoyar el nuevo proceso peruano que se inicia. La Patria Grande que soñaba José de San Martín y Simón Bolívar no está lejos. 
 


LA INCLAUDICABLE RESISTENCIA HONDUREÑA (Abril 2011)
“Luche y vuelve”
El Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) se ha propuesto nada más ni nada menos que “refundar Honduras”. Después de aquel vergonzoso golpe de Estado del 28 de junio de 2009 (como ya hemos dicho: el punto más débil del ALBA, donde pudo golpear el Imperio a través de la CIA) encabezado por Roberto Micheletti, el FNRP ha significado para las fuerzas oligárquicas del pseudo-democrático gobierno Hondureño, un duro hueso de roer, pese a tener en su corto historial más de cincuenta muertos y una decena de periodistas asesinados que pretendieron mostrar ante el mundo el lado oscuro del régimen.
Este Frente, surgido naturalmente como un “acontecimiento” popular, al decir del filósofo francés Alain Badiou (*) debe, no obstante, luchar no ya solamente por el regreso del derrocado Manuel (Mel) Zelaya (que nos recuerda aquel “luche y vuelve” pintado en las paredes de todas las provincias argentinas a principios de la década del '70), sino para lograr dos objetivos fundamentales para mantener su fuerza intrísenca: conseguir una base social lo suficientemente fuerte para organizar y plasmar una Asamblea Constituyente con la participación del pueblo, siguiendo la misma línea de Venezuela, Bolivia y Ecuador, y segundo, quizá más importante desde el punto de vista de su continuidad, es lograr antes de las elecciones generales un espacio político propio que le permita ser voz de los excluídos por el establecido sistema neoliberal de Porfirio Lobo y el Departamento de Estado, lo que significa sencillamente ser voz de las mayorías.
Y esto tiene una faceta bastante difícil, pues si bien el gobierno fáctico de Lobos no está reconocido ni por la ONU (**), la OEA ni la UNASUR, sabemos que el Tribunal Superior Electoral (TSE) responde de manera fraudelenta al Poder Oligárquico de turno. Esta Resistencia Popular ¿podrá consolidar un Frente electoral, masivo y democrático que tenga una posibilidad concreta no sólo de tener un espacio político, sino poseer un potencial acceso al poder y posterior defensa del mismo?
Niños, Jóvenes y abuelos por la Resistencia
En Argentina, después de la caída de Perón en el '55, los hombres y mujeres de mediana edad realizaron la primera Resistencia Peronista en los gobiernos de facto, luego la lucha continuó durante la proscripción del Peronismo durante los gobiernos “democráticos”. Los niños de los '50 fueron los jóvenes de la segunda Resistencia en la década del '70, quienes junto al movimiento sindical lograron al fin el regreso del líder popular. En Honduras y en general en los tiempos políticos que vive Suramérica –y el mundo-, ya no se dan procesos tan extensos, por lo que a la Resistencia se suman todas las generaciones, asumiendo cada uno su rol correspondiente y con una organización que se estructura a medida en que se avanza, es decir, sobre la misma acción deviene la organización, algo que también ya lo había planteado Juan Perón con aquello de que “sólo la organización vence al tiempo”. Es así cómo nace el Frente de Resistencia de Abuelos y Abuelas (FRAA) en enero de éste año y con algunos días de diferencia también el Frente de Resistencia de Niños y Niñas, donde uno de sus voceros, Oscar Montesinos de sólo 11 años ya editó un libro (“Lápices en Resistencia”). Hay que tener en cuenta que estos núcleos se suman al ya existente del Frente Nacional de Jóvenes por la Resistencia (FNJR), quienes a pesar de las represiones, persecuciones, desapariciones y asesinatos que se han mantenido constantes desde el Golpe del 28 de junio de 2009 hasta la fecha, fue ese el preciso momento en que las diferentes organizaciones estudiantiles, mujeres, profesionales, trabajadores, etc., conformaron su espacio operacional y combativo.
Obama y sus movimientos en la Región
A esta altura de los acontecimientos nadie duda ya que la política exterior de EE.UU. no produjo ningún cambio de línea desde Barack Obama (“el negro con alma blanca”) en adelante. La juventud del Frente hondureño sigue bien de cerca sus pasos ahora por Suramérica, como una forma no ya de “amigarse” con la Región, sino responder a ese perverso complejo corporativo industrial-militar al cual debe dar cuenta en su país, con nuevos frentes de conflicto, más allá de sus propios deseos, hecho demostrado claramente con el bloqueo aéreo a Libia que Obama aceptó a regañadientes y rápidamente le trasladó la responsabilidad a la OTAN.
Pero ahora… Suramérica, donde algunas naciones “rebeldes” no responden a sus designios estratégicos, sean políticos y/o económicos (los “chicos malos” de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela). ¿Por qué Chile? Simple, porque “…Obama es la nueva cara afro-estadounidense del viejo imperio bipartidista y neocolonial, mientras Piñera es el rostro “moderno” de la vieja derecha chilena bicentenaria.” (***) Además hay que tener en cuenta desde una visión geopolítica, que en Colombia Santos no es Uribe (por más que en el cambio todo siga igual) y que Perú enfrenta unas elecciones donde aún no todo está claro para los intereses de yanquilandia luego de Álan García.
¿Entonces? Entonces hacer pié en Chile como nueva instancia del neoliberalismo global.
Brasil, es más que comprensible, por el hecho elocuente de ser parte del BRIC y potencia indiscutible en la Región. ¿Y El Salvador? Bueno, aquí el tema es un poquito más complejo y necesitaría un análisis más detallado, pero digamos que aquí se juega la carta más importante el presidente Mauricio Funes, ya que su liderazgo dista mucho de tener el suficiente peso político para desarrollar ideas propias y refundantes del Estado Salvadoreño. La derecha está feliz con la visita y la ultra izquierda ya piensa en una traición de Funes. Es más que obvio que Obama no ignora la realidad de este gobierno de izquierda moderada, pero sabe de su crítica situación económica y su dolarización dependiente de EE.UU., sumado a una realidad social que al Imperio le viene como anillo al dedo que es la influencia del narcotráfico y su aliado el crimen organizado.
De allí que al FNJR le interesa este seguimiento geopolítico, pues está en juego no sólo el futuro político de Honduras, sino el hecho de observar con mucho dete-nimiento la intención (no tan oculta) de los ya consabidos intercambios de préstamos monetarios por bases norte-americanas en Centroamérica. ¿Será éste el caso?
Notas:
(*) (”…el acontecimiento que no resulta presentado ni presentable en el conjunto social; se produce en lo que queda por hacer, en lo que se vive como posibilidad, sin referentes. Un acontecimiento es siempre localizable. Está siempre en un punto de la situación. No es un hecho, los hechos se refieren a situaciones naturales y neutras. Acontecimiento no es algo natural ni neutral, está situado históricamente; el sitio en el que se da el acontecimiento es una condición de ser del mismo.”  Artículo: “Alain Badiou: La filosofía como política de la justicia”, por Angelina Uzín Olleros.
(**) Aunque deberíamos apoyar la propuesta del presidente de Bolivia Evo Morales, quien afirmó recientemente, ante la invasión de la OTAN a Libia, que la ONU debería cambiar su nombre por Organización de las Nacionas Invasoras - ONI).
(***) Artículo del periodista y escritor chileno Ernesto Carmona: ¿A qué viene Obama a Chile, Brasil y El Salvador? Argenpress, info  9/3/11. 
 


MATERIA PENDIENTE DEL MERCOSUR: 
INGRESO DE VENEZUELA (Marzo 2011)
En la 40°Cumbre del MERCOSUR, en Foz do Iguazú, celebrada en diciembre de 2010, una de las notas a resaltar fue el ingreso como observadores tanto de Cuba como de Palestina y también el hecho de contar con la presencia de delegados de los países de Turquía, Siria, Australia y Nueva Zelanda. Pero no sólo eso, pues la reunión del bloque dejó varias señales de avance y concreción de proyectos conjuntos que continúa esta línea ya imparable que es la Unión Suramericana, más allá de los devaneos de los opositores a esta estrategia, que en definitiva son las mismas élites  sempiternas de nuestros propios países que abogan por continuar siendo viles representantes del Imperio de Norte, y los planes hegemónicos de una globalización que tiene, como último objetivo, la creación de un Poder único y Universal manejado por los grandes y virulentos dueños del dinero,  por obvias razones, a cualquier precio, o mejor dicho, al precio que sea.
El tema central de la Cumbre fue el de la “inmigración”, expresado inicialmente por la delegación argentina, que logró finalmente una declaración especial sobre migraciones. Se plantearon, entre otros temas menores, pero no por ello menos estratégicos, la creación del Estatuto de Ciudadanía, la creación del Alto Representante del MERCOSUR (una especie de Secretario General) y el avance en la consolidación de la Unión Aduanera.
La Cumbre fue también la despedida de Luiz Inácio Lula da Silva, ya que además de culminar su ciclo en la presidencia de Brasil, deja al mismo tiempo la presidencia pro témpore del MERCOSUR a su par de Paraguay Fernando Armindo Lugo Méndez. Indudablemente Lula da Silva debe ser reconocido por su enorme contribución a favor de la unidad de los países del Sur, como así también por levantar las banderas Suramericanas en los foros internacionales, tal como sostuviera en su discurso el presidente de Uruguay, Pepe Mujica: “Sin título es nuestro embajador plenipotenciario en el concierto de este mundo. Estas cosas no se designan, las crea la vida".
Pero dejando de lado algunos puntos grises de esta realidad que conforma el MERCOSUR, que deberán ser solucionados a medida que el grupo se consolide institucionalmente, la materia pendiente y urgente es lograr el ingreso de Venezuela como miembro pleno del bloque. Para ello este 40° encuentro en Foz do Iguazú es un momento determinante, ya que la única traba para conseguir ese objetivo es la aprobación del Congreso Paraguayo, y Fernando Lugo deberá, al asumir como presidente pro témpore, manejar con mucha eficacia las tratativas con las fuerzas políticas derechistas, que son quienes se oponen a este ingreso (algo nada llamativo viniendo de los grupos conservadores paraguayos). El ingreso de Venezuela es clave para consolidar este movimiento de integración productiva, de inclusión, de independencia que se viene gestando desde inicios del siglo XXI. En ese sentido con Venezuela se cerraría un frente de vital importancia para el futuro no sólo de nuestros países sino del mundo, y que es el “frente energético”. La presión diplomática por parte de Argentina y Brasil es determinante para alcanzar esa meta. No hay que olvidar que escalones más arriba está la presencia política de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas), que sirve de una especie de “paragua” a las metodologías implementadas en un marco esencialmente económico, de unificación de criterios aduaneros y sus políticas anexas, que configuran el marco específico del MERCOSUR. Además, Brasil presentará un plan de acción para el Estatuto de Ciudadanía de este mercado común, un ambicioso proyecto a ser implementado en un plazo de 10 años que incluye desde libre tránsito de personas hasta un padrón único para documentos de identidad. Y con respecto a UNASUR, Pepe Mujica fue más allá al expresar su predilección por el Ministro de Economía de Venezuela, Alí Rodriguez para ocupar el cargo de Secretario General (vacante por el fallecimiento de Néstor Kirschner). Con la entrada de Venezuela como miembro pleno da nuevas oportunidades y perspectivas hacia la conformación del Banco de Desarrollo del Sur, que tendría como prioridad el desarrollo social por encima de cualquier otro factor.
Como afirmó nuestra Presidente Cristina Fernández de Kirschner: "Debemos ser lo suficientemente inteligentes para no volver a caer en las trampas que cayeron nuestros países en los últimos 200 años". 
 


CHILE: LOS BALBUSEOS DE LA DERECHA MODERNA (Enero-Febrero 2011)
“Las verdaderas causas de los elevados niveles de pobreza en Chile, se explican por la forma actual del funcionamiento del capitalismo neoliberal en Chile, que se caracteriza entre otras múltiples razones por: el contrato y subcontrato; flexibilidad laboral; empleo precario; la gran apertura comercial y la competencia espúrea en base a bajos salarios y apropiación de los recursos naturales y daño a la naturaleza. En realidad, en Chile se presenta en forma ampliada el “modelo de crecimiento empobrecedor”, desarrollado por la ciencia económica.”
Orlando Caputo (de Argenpress.info)15/7/2010

Derecha, neoliberalismo y pobreza
Es claro que, de acuerdo a las lecturas oficiales del neo-capitalismo, Chile se presente como modelo “suramericano” a seguir, junto con Perú, (¡oh, casualidad!) gobiernos que han sido bautizados por el Imperio del Norte, que responden aún a los lineamientos de las antiguas medidas del Consenso de Washington y del demoliberalismo conservador de la derecha nativa, que sigue trabajando con el objetivo de un mundo para pocos mantenidos por la inmensa mayoría de los pueblos empobrecidos y culpables de ser pobres por no haber entendido la lógica de Wall Street.
Según estudios de Felipe Larraín, actual Ministro de Hacienda, la pobreza en Chile podría superar un 30% de la población, es decir, estamos hablando de aproximadamente 5 millones de chilenos donde un millón de ellos son indigentes (para tener una mejor idea de las cifras, Paraguay tiene actualmente una población total de 6,900.000 habitantes). Significa entonces, para nosotros, que ese modelo económico que rige desde hace más de treinta años, donde se apuntaba a un plan donde los ricos pudieran tener mayor crecimiento y desde allí, cual cascada, pudiese bajar a los niveles más bajos y ayudarlos a crecer, teniendo en cuenta los resultados hasta hoy, para nada alentadores a fin de lograr una sociedad igualitaria, indudablemente los gobiernos de la “Concertación” fueron un movimiento hacia la centroizquierda pero peleando por los mismos intereses económicos que la centroderecha (recordemos que la Concertación está integrada por los partidos Demócrata Cristiano (DC), Por la Democracia (PPD), Radical (PRSD) y Socialista (PS). A estos, originalmente, se sumaban el Partido Democrático de Izquierda (PDI), el MAPU Obrero Campesino y el Partido Liberal).
De allí el último resultado electoral en 2010 con Miguel Juan Sebastián Piñera Echenique a la cabeza, fiel representante del capitalismo concentrador aliado a los sectores del pinochetismo, significa que sólo resta seguir el mismo lineamiento que Aylwin, Frei, Lagos y Bachelet, dejando de lado algunos de los pocos méritos de ésta última, siendo el más importante su acercamiento al resto de los países del Sur. Pero con eso solo no alcanza: la pobreza en Chile es de neto origen estructural. A los pocos meses de asumir el gobierno de Sebastián Piñera ya hay miles (más de cinco mil, según cifras extraoficiales) de empleados despedidos, teniendo por agregado el hecho que el presidente en su campaña había prometido no tocar los empleos del sector público. La explicación es sencilla, ya que la capacidad del Estado chileno de lograr una política de integración, como lo ha hecho el Estado Argentino actual, es mínima o nula debido a su reducción, similar a lo que vivimos aquí durante el virreinato del menemato: las privatizaciones surgieron por una transferencia de los recursos que tenía el Estado, que en definitiva quita las posibilidades de realizar acciones en defensa de los que menos tienen.
¿Nueva derecha?
Declaraciones del algún ministro y hasta del propio presidente chileno de una cara renovada de la “nueva derecha”, no es más que una mentira más para hacerles creer al pueblo chileno y al resto de los pares suramericanos, que el gobierno está planteando una propuesta diferente a las anteriores administraciones de la derecha tradicional. En realidad Sebastián Piñera debe pagar, como en toda coalición, los favores prometidos durante la campaña electoral. De “nuevo” no hay nada. Las medidas tomadas en estos primeros nueve meses días de gobierno así lo demuestran, incluyendo los nombramientos de personajes ligados al antiguo régimen pinochetista (como el embajador en Argentina Manuel Otero, que terminó renunciando). Al igual que lo han hecho a través de la historia, esta “derecha de siempre” vuelve a plantear la diferenciación de clases, más allá del show mediático del salvamento de 33 mineros chilenos en un derrumbe en las minas, donde uno de los mineros marcó oportunamente la distancia, al ser consciente de esa utilización de los medios, afirmando: “nosotros no queremos ser artistas ni estrellas, sólo somos mineros”. En concreto quienes muestran este Chile “encaminado al primer mundo” siguen siendo las minorías oligárquicas sempiternas, que ni los gobiernos de la concertación pudieron desestabilizar. Por ende, a partir de ahora lo que se logrará es el apoyo de ciertos sectores de la ultraderecha (UDI), y por lógica, las clases medias altas, que se manejan sin ideología, digo: buscando tan sólo el bien-estar material y económico aunque sea, o mejor dicho, aunque haya que demarcar más aún los límites con los sectores más rezagados, que de última no dejan de ser una molestia para el buen vivir, muy lejos del humanismo y la lucha por la igualdad proclamado por numerosos países del Sur iberoamericano. Chile, en ese sentido muestra la coherencia de sus relaciones internacionales a través del tiempo, cuando días atrás permitió al buque ingles que se reabasteciera en ese país, rumbo a las Malvinas, que el presidente Uruguayo “Pepe” Mujica no se lo había permitido. Me pregunto: ¿cómo entender la presencia entonces de Chile en la UNASUR? No he escuchado aún respuestas de ninguno de los otros socios. Creo que (es) estamos en la hora de la unidad y la integración y estas actitudes ya no se pueden dejar pasar por alto. También me preguntaría: ¿qué le habrá dado Inglaterra a cambio? Ciertos países del Sur siguen comprando espejitos de colores fieles al hábito de la colonización, sea cultural o económica.
Como diría la inteligente periodista del programa de la TV pública “6-7-8”, Sandra Russo,
“cada día se sabe quién es quién y a quienes sirven los políticos y las corporaciones”.