Gran impulso al cambio de época regional
EL IMPERIO Y SUS AMIGOS TRATAN DE DIGERIR LA DERROTA
Hugo Chávez no recibió una felicitación del Departamento de
Estado. Y
es lógico: ese resultado desbarata muchos de sus planes de dar marcha
atrás con los vientos de cambio que soplan en la región.
EMILIO MARÍN
Se acabaron los pronósticos sobre las elecciones en Venezuela. El
pueblo de ese país ya votó, en un comicio transparente, con mecanismos
modernos, sin denuncias ni irregularidades, monitoreado eficazmente
por el Consejo Nacional Electoral presidido por Tibisay Lucena y con
representación de un rector de la opositora Mesa de Unidad
Democrática.
es lógico: ese resultado desbarata muchos de sus planes de dar marcha
atrás con los vientos de cambio que soplan en la región.
EMILIO MARÍN
Se acabaron los pronósticos sobre las elecciones en Venezuela. El
pueblo de ese país ya votó, en un comicio transparente, con mecanismos
modernos, sin denuncias ni irregularidades, monitoreado eficazmente
por el Consejo Nacional Electoral presidido por Tibisay Lucena y con
representación de un rector de la opositora Mesa de Unidad
Democrática.
Se llamaron a silencio las encuestadoras y hablaron los votantes. Lo sguarismos del CNE son muy claros. Hugo Chávez, del Gran Polo Patriótico, obtuvo el 55,11 por ciento (8.044.000 votos). Henrique Capriles, de la MUD, logró el 44,27 por ciento (6.461.000 votos), quedando detrás por casi 1.5 millón de sufragios y 11 puntos porcentuales.
Chávez llamó a eso la “victoria perfecta”. Los antichavistas deberían admitir que si no fue perfecta, al menos fue indiscutible.